Esta semana Birgit Heuts, nuestra Directora del departamento de Prevención de Riesgos laborales, expone como el coaching se convierte en una herramienta más para reducir dos grandes “enemigos” en los grupos empresariales, el absentismo y la siniestralidad.
Hoy en día, quién no ha oído hablar del coaching, pero, ¿qué es realmente el coaching?
Encontramos su origen en la filosofía griega, concretamente en la “mayéutica”, método que Sócrates aplicaba con sus alumnos, en el que a través de preguntas descubría el conocimiento. Según la “mayéutica” todo el conocimiento está latente en el alma de todas las personas y es necesario poder descubrirlo.
Actualmente el coaching lo encontramos en cualquier parte, acompañando a empresas, grupos, equipos y personas a descubrir su talento para llevarlos a la excelencia.
En el coaching intervienen 2 partes claves: el «coach» y el «coachee». Se establece entre ambos una relación de confianza, seguridad, on el coach ayuda al coachee a potenciar su talento, descubriendo la realidad, desarrollando la autorrealización y crecimiento tanto a nivel personal como profesional. El coach lo acompaña en un proceso de reflexión, descubriendo un cambio de perspectiva, aprendizaje y acción.
La formación del coach se basa en el desarrollo de las competencias de escucha, empatía, flexibilidad y tolerancia, basados en la tolerancia del cliente. Ha de poder hacer ver y reflexionar a su cliente; darle un feedback sin juicios, ni opiniones, únicamente lo guía y acompaña en la gestión del cambio deseado: obtener resultados diferentes a una situación, mediante la reflexión, un plan de acción y la gestión del cambio.
¿Cómo aplicar el coaching en la prevención de riesgos laborales?
El mundo de la prevención de riesgos laborales necesita un cambio de mentalidad donde realmente se puedan potenciar los valores y transmitir la importancia que la seguridad y la salud suponen en el trabajo diario. Y es precisamente con el coaching del que podemos ayudarnos para conseguir este cambio de mentalidad, gracias a su trabajo sobre creencias limitadoras y a sus valores. Nos ayuda a crear actitudes seguras, estimulando el autoconocimiento y la creatividad, fomentando la participación activa de las personas en la mejora continua de sus condiciones de trabajo. Será así como podremos conseguir el compromiso de los individuos (Coaching individual) y equipos (coaching de equipo) con los procedimientos de seguridad y salud en el día a día.
¿Cuáles son los ámbitos de actuación del coaching?
Coaching individual para:
* Reducir factores de estrés (factores psicosociales)
* Cambios de actitud inseguros
* Reducción de absentismo y/o presentismo
* Desarrollo de liderazgo ejecutivo
* Gestión de conflictos
* Gestión del cambio
El objetivo que se trabaja es individual, aunque puede ser que se persiga un objetivo final común; se trabaja individualmente con las personas para cambiar y/o descubrir nuevas perspectivas y puntos de vista. Se crea un plan de acción para gestionar los cambios y poder conseguir el objetivo fijado que generalmente es un resultado distinto al que había antes de iniciar el proceso.
Coaching de equipo:
Se trabaja con un equipo con el que se busca conquistar un objetivo común. Habitualmente se trabaja en base a creencias colectivas limitadoras.
¿Qué papel juegan las empresas para poder permitir y fomentar ese cambio de mentalidad?
Disponer de una política preventiva que incluya un compromiso firme con la salud y la seguridad de la organización.
La gestión de las personas ha de tener como objetivo importante la realización de acciones para la mejora continua de las condiciones de trabajo y seguridad laboral.
La empresa ha de tener un compromiso firme y dar valor al coaching para fomentar ese cambio de mentalidad.
Y ya sabes, «si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo» (Albert Einstein).