Frente a una situación como la que estamos viviendo, la incertidumbre y los riesgos nos hacen sufrir, en el ámbito personal y en el ámbito profesional. ¿Sabemos cuáles son los riesgos que puede sufrir nuestra empresa?
¡Qué momentos más duros se están viviendo y cuánta incertidumbre se está creando respecto al futuro…!
¿Seremos capaces de superar esta pandemia con los mínimos daños colaterales? ¿Saldremos reforzados o, por el contrario, seremos incapaces de levantar cabeza?
Cuidemos nuestra salud
Todas estas preguntas quedan en el aire y ya iremos viendo como se desarrollan, pero ahora toca cuidarnos, cuidar de nuestra salud y de la de aquellos a quien queremos, y seguro que tarde o temprano lo habremos superado, y toda esta etapa quedará en el recuerdo como una pesadilla. Ojalá estos días nos sirvieran para aprender a no repetir errores y a no subestimar los avisos que ya venían pronunciando los científicos hace tiempo y que tan lejanos nos parecían; ¿pensábamos que la guerra era de otros? Pues no, en el mundo globalizado en el que vivimos, lo que acontece en la otra parte del mundo, mañana nos llegará a nosotros, y nos ha de servir para mantener los ojos bien abiertos a todas aquellas amenazas que puedan surgir.
Cuidemos la salud de nuestra empresa
Igual que ahora toca cuidar de la salud de los nuestros, también es momento de cuidar la salud de nuestra empresa, y no hemos de olvidar que, frente a la paralización que estamos viviendo, las empresas siguen estando vivas. Quizás podríamos aprovechar este «in-pass» , como un buen momento de reflexión que la vida nos regala y aprovecharlo para replantearnos situaciones y actuaciones que podríamos mejorar. No siempre «tenemos la suerte» de disponer de tiempo, tiempo para pensar y ahora lo tenemos, ¡aprovechémoslo!
¿Cuál es la amenaza más grande que puede sufrir nuestra empresa? Pues que se cargue de impagados, y que algunos de ellos sean incobrables. Esto podría llegar a hundirnos y provocar el cierre, pero hoy en día este riesgo lo podemos minimizar a través de seguros de crédito, que nos protegen y nos otorgan estabilidad financiera.
Cubrir las ventas a crédito es un ejercicio de responsabilidad empresarial, y nos permite dormir tranquilos, sabiendo que la parte más importante de nuestro negocio está protegida y monitorizada, ya que no sólo hemos de entender este tipo de seguro como un servicio de recobro, sino que aún es más importante la información que nos proporciona sobre la salud financiera de nuestros clientes.
Hay empresarios que piensan que a ellos nunca los «engancharán» porque conocen muy bien quienes son sus clientes, pero ¿se han parado a pensar que no sólo es importante conocer bien a su cliente, sino que lo que desconocemos es quiénes son los clientes de nuestros clientes?
Un cliente puede ser muy bueno y serio en todos los aspectos, pero puede llegar el día en el que sus clientes se pongan en la cuerda floja , y en consecuencia nos ponga a nosotros.
Es muy importante disponer de una buena póliza , que nos ofrezca la tranquilidad del recobro, y que, a su vez, permita expandirnos a nuevos mercados, pues nos proporcionará información sobre clientes potenciales de mercados de los que no somos expertos, y que nos oriente sobre cómo se está comportando la solvencia de nuestros clientes . En resumen, nos permitirá enfocarnos a nuevos retos con la seguridad de no tener impagos por el camino.