Lo que nos da sentido a la vida.
Cuando me pidieron escribir un artículo para el Forum Carlemany en un primer momento me sentí muy halagada; y al mismo tiempo pensé: «¿cuál puede ser el enfoque de mi artículo?»
Pensé en todos los temas actuales como son liderazgo, gestión de cambios, resiliencia, sobre cómo gestionar el estrés, hábitos, etc…; y, por último, sobre mi trayectoria profesional y personal: los cambios en mi vida, en mi rutina; mi nuevo proyecto profesional acerca del Mindfulness como práctica de reducción del estrés; mis prioridades, mis urgencias…
Fue entonces cuando me vino a la mente «Ikigai«. Un concepto japonés sinónimo de «dar sentido a la vida», o «aquello para lo que hemos sido llamados».
Fue en ese momento cuando me dí cuenta que todos los temas que podía aportar a mi artículo, tenían un objetivo común, el de «dar sentido a la vida».
Leí hace un tiempo un artículo sobre lo que significa «Ikigai«: se define como el conjunto de lo que amas, aquello en lo que eres bueno, aquello con lo que te puedes ganar la vida y lo que el mundo necesita. Sólo en la confluencia de todos ellos se encuentra el Ikigai, tu razón de ser. Es la motivación y el motor que te inspira, lo que te apasiona y te conduce al éxito y a la felicidad en todo lo que hacemos y nos proponemos.
Me parecía muy filosófico, hasta incluso algo romántico, y me seducía la idea de saber más sobre ello y saber cuál era «mi Ikigai».
Tenía más curiosidad y me compré el libro «Ikigai, los secretos de Japón para una vida larga y feliz» publicado en 2016 por Ediciones Urano (Autores Hector García y Francesc Miralles).
En el libro se explica cómo García y Miralles viajaron al pueblo de Okinawa donde se concentra la mayor población de centenarios del mundo y preguntaron a los ancianos qué era lo que les movía para tener ganas de vivir. La palabra que solían pronunciar era ikigai.
Más tarde, tuve el placer de asistir a unas jornadas de Mindfulness en las que Francesc Miralles relataba sus experiencias vividas en Okiwana. Compartieron con todos los asistentes un vídeo con las entrevistas realizadas y me impresionó ver tantos ancianos «centenarios» que desprendían tanta vitalidad.
Aunque el concepto del Ikigai, tal y como está presentado en el libro, es un concepto propio de la sociedad y cultura japonesa en la que tiene que ver mucho con el rol en la família y la sociedad, más allá de la propia satisfacción, ikigai es algo más y significa una motivación vital, una misión algo que te da fuerzas para seguir adelante.
En la cultura occidental podemos extrapolar este concepto a saber lo que nos motiva, lo que nos satisface, lo que podemos aportar a los demás, lo que nos hace vivir la vida siendo más felices y ecuánimes. Encontrar tu Ikigai te hace vivir la vida con menos estrés, más bienestar y, en consecuencia, con más salud.
Precisamente en un chat en redes sociales, al exponer el concepto del ikigai, alguna persona dijo que aún estaba buscando su ikigai.
Personalmente creo que si tomamos consciencia de lo que somos y lo que hacemos, todos llevamos dentro de nosotros nuestro ikigai, a pesar de que nuestras creencias y auto exigencias a veces no nos lo dejan ver.
A veces hace falta pararnos y tomar consciencia a preguntarnos:
¿Qué es lo que me apasiona? ¿Qué es lo que me da verdadera satisfacción?
A mí personalmente la práctica del Mindfulness, me ayuda a parar y tomar consciencia de lo que siento, de lo que me motiva realmente, me conecta conmigo y con los demás.
La filosofía del Ikigai se puede aplicar en todos los ámbitos:
- A la hora de emprender un negocio teniendo en cuenta tus talentos, lo que te apasiona y las necesidades ajenas que deseas cubrir.
- en tu profesión
- en la familia
- en tus hobbies
- etc.
El concepto del «IKIGAI» acompaña a un buen «líder» y cuando me refiero a «líder» no solamente me refiero al líder que lidera una empresa, equipos, sino aquel que lidera su propia vida. Aquel que ama lo que hace, que busca sus motivaciones, que se adapta al cambio y aporta con ello algo bueno a los demás, en cualquiera de sus ámbitos.
Desde mi propia experiencia, cuando descubres lo que realmente motiva y aporta satisfacción, y lo puedes compartir con tu entorno, es cuando uno ha encontrado su sentido de la vida, su «ikigai». Es el momento en el que, aunque parece que las cosas no salen a la primera o parecemos estar estancados o bloqueados, nos esforzamos en poner toda nuestra intención y atención en ello y es cuando actuamos con coherencia. El liderazgo mejora la gestión de los cambios; se conseguirá con más resiliencia, el estrés se reduce y los hábitos se crean y/o se cambian con las motivaciones.
Si tenemos en cuenta este concepto en nuestras relaciones, tanto profesionales como personales, seremos capaces de construir relaciones amables y saludables, disfrutando de ellas en cada momento, en cada instante.
Y tú, ¿ya has identificado tu «Ikigai»?